Economia Circular

Lanas Trinidad es la principal empresa procesadora y exportadora de lana lavada y peinada en tops del Uruguay. Ubicada en la ciudad de Trinidad, la empresa cuenta con una capacidad para procesar unas 12.000 toneladas de lana sucia al año.

Lanas Trinidad se destaca por tener un proceso productivo de calidad y sostenible ambientalmente, único en el mundo.

¿Pero qué es lo que hace que Lanas Trinidad sea distinta?

El distintivo que la empresa tiene frente a las demás industrias del mundo con un proceso similar, es la aplicación  del concepto de economía circular en sus procesos y elaboración de sus productos para darle sustentabilidad ambiental.

¿Qué significa esto?

Para poder entenderlo, primero necesitamos saber cuál es el concepto de economía circular, y qué principios tiene.

La economía circular se basa en la optimización de recursos, la valorización de residuos y la promoción del reúso y reciclado de materiales a su máximo posible.

Este concepto, conlleva tres principios fundamentales que son los siguientes:

• Diseñar la producción, minimizando los residuos y la contaminación.
• Aumentar el ciclo de vida de los elementos producidos y materiales en uso.
• Regenerar y restaurar los sistemas naturales.

Este modelo económico-productivo, no solo permite crear nuevas materias primas a partir de los desperdicios, que se transforman en nuevos productos y generan nuevas fuentes de ingreso; sino que reduce los impactos ambientales, incluidas las emisiones de carbono; y genera nuevas oportunidades laborales.

Lanas Trinidad comenzó a incursionar en este camino en la década de los 90.  Y sin duda que no fue sencillo. Primero, porque eran prácticas productivas desconocidas para el mundo de la lana de aquel entonces. Luego, porque desde el punto de vista académico, tampoco había dónde se podía aprender este tipo de temática. Fue un largo camino, en el cuál básicamente, a través de pruebas de ensayo y error se fueron desarrollando nuevas prácticas y técnicas, que luego de un tiempo, nos permitió ir ganando la experiencia necesaria para ir encaminando nuestras acciones hacia un modelo de economía circular. Esta experiencia no se detiene nunca. El aprendizaje es permanente y se sigue nutriendo día a día, para seguir perfeccionando esta filosofía de trabajo.

¿Pero cómo logramos bajar estas ideas a la realidad?

Hasta ahora, no hay otra forma de obtener tops y/o lana lavada de alta calidad sin la necesidad de utilizar agua en abundancia para lavar la lana. Sobretodo, si se quiere llegar a los mercados más exigentes como es el caso de Lanas Trinidad. Por esto, la empresa construyó en el año 1997 una represa de 1.000.000 de metros cúbicos. La misma, se llena con agua de lluvia y a través de un acueducto de 7 km de largo, alimenta la planta. De esta forma, utilizamos agua 100% de lluvia, que es un recurso natural y renovable. No se consume agua potable de la ciudad, ni de cuencas sub-acuíferas, ni se bombea agua de ríos o lagos. Además, en el proceso de lavado y peinado, el 100 % del detergente, ensimajes y aditivos utilizados son orgánicos y biodegradables.

Ahora bien, este sistema para lavar la lana no es lo único que nos hace diferentes en el mundo, sino también, nuestra forma de tratar los efluentes generados en el proceso industrial.

En esta línea, del proceso del lavado se desprende un efluente con una alta carga orgánica que, de no ser tratado adecuadamente, provoca un impacto ambiental relevante y negativo. El primer paso del tratamiento de efluentes, y aplicando el concepto de economía circular, es la recuperación de la grasa de lana. Mediante el uso de centrifugas, logramos obtener esta materia prima que luego es vendida a clientes de la industria farmacéutica y cosmética para la producción de cremas y productos de belleza.

Una vez que la grasa de lana es extraída y aprovechada, el efluente restante se trata biológicamente de forma anaerobia y aerobia en un campo propio de 140 hectáreas, que se encuentra a 2 km de la planta. En este proceso, las bacterias degradan naturalmente el efluente y como consecuencia se produce un biogás muy rico en gas metano. Es por esto que, en el año 2012, Lanas Trinidad construyó una laguna – biodigestor del tamaño de una cancha de fútbol, cubierta con una membrana de polietileno, que permite captar el biogás generado en ella. La captura de este biogás tiene 2 finalidades: la primera, reducir en más de 95 % la emisión de los gases del efecto invernadero. La segunda, generar energía renovable en base al metano. Dicho gas, tiene un alto contenido energético. Es por esto que se lo quema en un generador, produciéndose energía eléctrica. Esta energía, que es 100% natural y renovable, se obtiene a partir del efluente industrial y logra cubrir entre el 25 – 30 % del consumo de la planta.

El efluente continúa transitando y purificándose posteriormente en 20 lagunas facultativas aerobias. Al final de este proceso, el agua del efluente cumple con todas las normas y disposiciones legales para ser descargada a los cursos de agua abierta. No obstante, como este efluente es muy rico en nitrógeno y fosforo, lo que lo trasforma en un muy buen bio-fertilizante, se utiliza para regar en forma agronómica nuestros propios árboles. De esta manera, logramos reducir el ciclo de crecimiento de los mismos, que luego serán cortados para alimentar la caldera de la planta. Con ello, estamos generando nuestra propia biomasa a partir de un combustible renovable.

También, con el mismo efluente final, luego del tratamiento biológico, se riegan cultivos forrajeros que sirven para alimentar ovinos y bovinos. De esta manera, logramos cerrar el ciclo sin la necesidad de verter aguas residuales de nuestro proceso productivo a cursos abiertos de agua.

Por otro lado, en el proceso del peinado de la lana se genera un residuo solido conocido como polvo de lana. Este residuo, que está compuesto por pequeños trozos de fibra, polvo y agua, es un excelente bio-fertilizante, muy rico en Nitrógeno. Este, permite sustituir fertilizantes tradicionales con fuente de nitrógeno como lo es la urea. Otra ventaja, es que es más duradero. En lugar de requerir una aplicación anual como es el caso de fertilizantes sintéticos, el efecto fertilizador del polvo de lana puede durar entre 3 y 4 años y ayuda a mejorar la estructura del suelo facilitando el desarrollo radicular de los vegetales. El polvo de lana es un buen aditivo para potenciar la salud de los suelos. El uso del polvo de lana contribuye al aumento del stock de carbono retenido en el suelo. Esto, junto con la lenta degradación de la keratina de la lana, lleva a una reducción del inventario global de dióxido de carbono en la atmosfera y por tanto, a una mejora en lo que respecta al calentamiento global.

Todo esto hace que sea un producto altamente demandado por establecimientos rurales de la zona.

Como consecuencia de la eficiencia lograda en los procesos de tratamiento de efluentes, y la capacidad disponible, Lanas Trinidad desde hace muchos años viene brindando servicio de tratamiento a otras industrias que tengan efluentes industriales compatibles con el nuestro.

Por otra parte y siguiendo con una línea de Economía Circular, Lanas Trinidad se involucra en distintas actividades sociales:

• • visitas de escuelas y universidades para promover y difundir un caso exitoso de economía circular.
  • desarrollar diferentes actividades que contemplan la regeneración de sistemas naturales y a la vez sean inclusivas. Por ejemplo: re implantación de árboles nativos con los hijos de los funcionarios de la empresa, cultivo de especies demandadas por artesanos locales como son las cañas y las totoras, entre otros.
  • acuerdos con vecinos para que ingresen ovinos, bovinos y equinos al predio de efluentes, a los efectos de que alimenten sus animales (Silvicultura).
  • Brindar asesoramiento técnico a agricultores vecinos para la incorporación de bio-fertilizantes y riego.

“Nuestro compromiso con las futuras generaciones es dejarles un medio ambiente mejor del que recibimos”.